Pese a que el gas fue la primera fuente de energía usada en el alumbrado
público, la comodidad de la electricidad pronto le quitó el sitio como fuente
de energía principal en el mundo entero.
Sin embargo, hoy en día buscamos el ahorro y la sostenibilidad por lo que
el gas natural se posiciona como la mejor fuente de energía que aúna ambos
objetivos.
La sostenibilidad
Cierto es que el gas natural
produce menos emisiones de C02 que el resto de derivados fósiles que utilizamos
como fuente de energía. Sin embargo, lo que la gente no sabe es que, el metano,
producido por el gas natural, es veinte veces más dañino para el efecto
invernadero que el dióxido de carbono.
Por el lado de la
electricidad, sí que existen fuentes de energía totalmente renovables y que son
muy poco dañinas, por no decir nada, para el medio ambiente, como puede ser la
energía eólica y solar.
Empresas como Iberdrola o EDP ya comercializan con energía solar en busca
de apoyar la campaña por la sostenibilidad que se ha iniciado de cara a los
objetivos de 2030.
A nivel de usuario, el
utilizar gas natural está claro que ayuda a reducir la contaminación. Sin
embargo, realizar instalaciones de energía solar o aerotermia en nuestros
domicilios propiciaría un descenso drástico en la contaminación y, pese a que
hay que realizar una mayor inversión inicial, haría que ahorráramos mucho
dinero en las facturas de luz y gas. En caso específico, la energía solar es,
en estos momentos, la única que permite un autoconsumo total en una vivienda.
El precio
Uno de los aspectos a tener
en cuenta es que, además de pagar por el consumo de luz y gas, también tenemos
que pagar al darlo de alta y al mantenerlo disponible en nuestra vivienda.
En líneas generales, dar de alta el gas es más caro que dar de alta
la luz. Si nos encontramos en Asturias y tenemos que hacer un alta de luz y gas
nuevas, nos encontraríamos una diferencia de coste de unos 60 euros de
diferencia, el alta de luz nos costaría unos 160 euros y la del gas rondaría
los 220 euros.
Sin embargo, el coste del
consumo y la disponibilidad del gas es mucho más barato que el de la luz. El
coste de la disponibilidad del gas sólo depende del tipo de tarifa por lo que,
como mucho, podremos llegar a pagar unos 10 euros sin IVA al mes. La luz, al
contrario, depende de la potencia contratada (y hay muchas más), siendo, con una
potencia media, de unos 23 euros sin IVA al mes.
El consumo, por otro lado,
también es más económico en el gas. Una tarifa con precios competitivos puede
tener el gas entre 0,04 euros/kwh o 0,05 euros/kwh entre las tarifas 3.1 y 3.2.
Por otro lado, la luz se nos podría ir hasta los 0,13 euros/kwh en un precio
medio entre compañías. Por lo que vemos, el coste del gas puede llegar a ser
tres veces mayor que el de la luz.
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