Una mujer británica viajo por 15 países de América en una casa rodante y grabó los orgasmos que tuvo en cada país que visitó con diferentes chicos; el resultado es esta galería de fotos que se hizo viral y que te invitamos a ver.
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Aprovechamos esta galería de fotografías artísticas de esta joven chica que tuvo esta genial idea, para compartir una bella poesía sobre el Orgasmo que encontramos en Facebook con autoría anónima.
No hay nada más exquisito
que robarle un orgasmo a una mujer...
Puedes robarle un beso
puedes robarle la razón,
puedes robarle un abrazo
puedes robarle la respiración
puedes robarle una sonrisa
puedes robarle el corazón;
Pero un orgasmo no lo roba
cualquiera, porque es más peligroso
que robarle el panal a la abeja, aun así
lo haces porque sabes al final que
probarás lo dulce de su miel...
Es tan delicioso hacerla llegar al punto
máximo de su placer, verla tan expuesta,
ver como su cuerpo se estremece
cómo vibra...
Ver ésas contracciones acompañadas de
gemidos y gritos de jadeos, sus manos
sujetando fuerte las sábanas como queriendo
arrancarlas de la cama, sus piernas se debilitan,
tiemblan, y llega ése momento.
Ése justo momento en que su sexo desprende
sus fluidos como cascada como agua de manantial,
que te invita a beberla a probarla a mojarse de ella
y enseguida cae su cuerpo desmayado, extasiado,
empapado ante ti...
Benditos de aquellos que hemos logrado ese anhelo,
sintámonos orgullosos y disfrutemos de un espectáculo
que para muchos es ajeno, ya que es un privilegio
ver a una mujer así...
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Mujer británica grabó los orgasmos que tuvo con diferentes hombres en cada país que visitó
Poesía : ORGASMO
No hay nada más exquisito
que robarle un orgasmo a una mujer...
Puedes robarle un beso
puedes robarle la razón,
puedes robarle un abrazo
puedes robarle la respiración
puedes robarle una sonrisa
puedes robarle el corazón;
Pero un orgasmo no lo roba
cualquiera, porque es más peligroso
que robarle el panal a la abeja, aun así
lo haces porque sabes al final que
probarás lo dulce de su miel...
Es tan delicioso hacerla llegar al punto
máximo de su placer, verla tan expuesta,
ver como su cuerpo se estremece
cómo vibra...
Ver ésas contracciones acompañadas de
gemidos y gritos de jadeos, sus manos
sujetando fuerte las sábanas como queriendo
arrancarlas de la cama, sus piernas se debilitan,
tiemblan, y llega ése momento.
Ése justo momento en que su sexo desprende
sus fluidos como cascada como agua de manantial,
que te invita a beberla a probarla a mojarse de ella
y enseguida cae su cuerpo desmayado, extasiado,
empapado ante ti...
Benditos de aquellos que hemos logrado ese anhelo,
sintámonos orgullosos y disfrutemos de un espectáculo
que para muchos es ajeno, ya que es un privilegio
ver a una mujer así...
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